miércoles, 31 de octubre de 2012

Por el amado Maitreya

POR EL AMADO SEÑOR MAITREYA / Texto de: El Amor Sigue Siendo el Camino
Hay momentos mientras hollan la Tierra, en que son ustedes capaces de sentir los pensamientos y sentimientos de otros, pero la mayoría d...
el tiempo la humanidad está por completo inconsciente de los pensamientos y sentimientos que existen en las mentes y corazones de quienes tienen a su alrededor; ni tampoco está consciente de las aspiraciones secre¬tas que emanan desde sus cuerpos y fluyen hacia arriba en esa fuerte corriente de oración que lleva las oraciones de los hombres hacia el Cielo.
Sin embargo, sépase que muchas de las oracio¬nes, muchas de las esperanzas, muchas de las aspira¬ciones que surgen en la conciencia de quienes no saben cómo dirigir o enfocar sus energías oscilantes, no tienen la fuerza —(debido a la falta de fe)— de alcanzar hacia arriba ni siquiera al punto en que al menos pueden conectarse con las de algún Ángel Ministrador que podría traer de vuelta una bendición a las corrientes de vida que esperan.
Me gustaría traer a su atención la realización de que la fuerza de oración de la raza requiere de los sempiternos brazos de energías espirituales para sostenerla y elevarla hacia arriba, al punto de contacto con la Octava de Luz. Permítanme explicarles esto:
La masa de la gente vive mental y emocionalmente en el ámbito astral, un estado de pensamiento y sentimiento que es pesado, en un estado casi constante de depresión y otras actividades destructivas. La fuerza de oración está de tal manera vulnerada por el miedo, la incertidumbre, la duda y la confusión que, de actuar del todo en el interior del alma, tiene poca dirección, poco ímpetu y a menudo no saldría de ese ámbito de depresión ni se conectaría con la Octava de los Maestros Ascendidos o la Octava de Luz.
Devas, Maestros, Ángeles de la Oración y muchos otros Espíritus Ministradores están constantemente sobrevolando la atmósfera —(especialmente sobre las grandes ciudades)— esforzándose por hacerle agujeros a esta densa sustancia síquica y juntar esas hebras de oración. Estas oraciones y peticiones hacen la conexión entre los suplicantes y el Poder de Dios para responder sus llamados, el cual viene desde los Ámbitos Superiores.
 
Los estudiantes conscientes —(ya sea individualmente o en grupos)—, una vez que se concientizan de esta necesidad, pueden convertirse en tremendos "Brazos Espirituales" que en todas las ciudades, poblados y comunidades, pueden elevar la fuerza de oración —(de la misma manera que podrían poner vuestros brazos de manera cósmica alrededor de toda la población) — y llevar todas esas oraciones sin pausa hacia el Cielo, mezclando con ellas vuestra propia energía consciente y fuertes peticiones de asistencia.
 
De la misma manera que podrían cubrir una flor con vuestra mano, asimismo ustedes atraen esas líneas de fuerza, agarrándolas hasta que un Ángel Deva, un Maestro o algún Espíritu Ministrador pueda reconocer esa energía, y atraer desde la Presencia de Dios mismo la respuesta directa, ¡dirigiéndola hacia el alma aspirante!
Se Me ha llamado el Maestro de Ángeles así como también del hombre. Este servicio ha sido prestado en su mayoría por los Ángeles, pero ya es hora de que los estudiantes presten este servicio con la Hueste Angélica.

 En la mañana de un domingo, y particularmente en una noche de miércoles cuando la actividad de oración tiene lugar en la mayoría de las iglesias, si ustedes tan sólo pudieran dar la asistencia que Yo he delineado desde vuestra octava, una descarga muchísimo mayor podría fluir de vuelta sobre la energía retornante de estas súplicas. Al interior de las corrientes de vida vendrían las bendiciones requeridas para fortalecerles la fe, y aumentar su esperanza en la Omnimpotente Misericordia de Dios.
Amados amigos, son muchas las oportunidades que hay para ocupar vuestras energías. A veces vacilamos en presentarles nuevas maneras porque vuestro fervor y sinceridad son tales que ustedes se esforzarían por hacer más de lo que vuestra capacidad permitiría. Siempre He sentido que algunas actividades le resul¬ta n atractivas a cierta gente y servicios distintos a oirás corrientes de vida. Así, cuando Nuestras palabras son registradas y luego son proyectadas a grandes cantidades de personas, algunas de estas sugestiones con toda seguridad caerán en tierra fértil y algunos corazones responderán a cada servicio requerido.
¡Les doy gracias por vuestra indulgencia! Les doy las gracias por vuestra gran cortesía y por vues¬tros dulces seres. ¡Y les doy las gracias por el canto del Santo Ser Crístico! Yo mismo compuse ese canto hace muchas, pero muchas centurias, y Me complace ver cómo ustedes lo han traído adelante, ya que todavía sigue siendo Mi sentimiento por la gente.
¡La Bendición de Dios es con ustedes, Hijos Míos!

amorosamente, hannah
 

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